Como nutrir la Motivación y mantenerse Disciplinados

Stay motivated and disciplined

¿La motivación y la disciplina son esenciales para asegurar cualquier logro a largo plazo. ¿Qué tal tu relación con ellos?

La disciplina y la motivación son los dos pilares que sustentan el éxito personal y profesional. Si bien la disciplina garantiza la coherencia y los logros a largo plazo, la motivación proporciona el impulso y el entusiasmo necesarios para perseguir las metas. Fomentar estas cualidades es un proceso dinámico que implica auto-conciencia, planificación estratégica y superación personal continua. Este artículo explora estrategias efectivas para fomentar la disciplina y mantenerse motivado.

Comprender la disciplina y la motivación
La disciplina se refiere a la capacidad de controlar los impulsos, mantenerse enfocado en las metas y persistir en las tareas a pesar de los desafíos o distracciones. Se trata de crear y adherirse a una rutina estructurada que fomente la productividad, el éxito y su potencial. La motivación, por otro lado, es el impulso interno o externo que inspira a un individuo a perseguir metas específicas. Puede estar alimentado por pasiones personales, aspiraciones o recompensas internas/externas.

¿Cómo podemos fomentar la disciplina? Veamos una pequeña lista de aspectos prácticos que pueden ayudarte con ello.
Establecer metas claras: uno de los pasos fundamentales para fomentar la disciplina es establecer metas claras y alcanzables. Estos objetivos proporcionan un sentido de dirección y propósito. La utilización de criterios SMART (específicos, mensurables, alcanzables, relevantes, con plazos determinados) puede mejorar la eficacia en el establecimiento de objetivos. Por ejemplo, en lugar de establecer una meta vaga como "ganarme la vida con la música", una meta INTELIGENTE sería "establecer una estrategia para ganar mis primeros 1000 euros con la música".

Crea tu propia rutina: Establecer una rutina diaria ayuda a incorporar un comportamiento disciplinado en la vida. Las rutinas consistentes reducen la fatiga por tomar decisiones, lo que facilita el cumplimiento de hábitos productivos. Es importante diseñar una rutina que se alinee con los picos de energía y el estilo de vida personal. Debes saber que nuestro cerebro y nuestro cuerpo solo necesitan unos cuantos días para convertir una nueva práctica en rutina.

Priorizar tareas: la disciplina requiere una gestión y priorización efectiva del tiempo. Técnicas como la Caja de Eisenhower (distinguir entre tareas urgentes e importantes) y la Técnica Pomodoro (trabajar en intervalos enfocados) pueden ayudar a gestionar las tareas de manera eficiente. La vida seguirá ocurriendo mientras haces tus planes: debes saber cómo y cuándo alternar entre las cosas que suceden y las que habías planeado hacer.

Responsabilidad: La rendición de cuentas puede impulsar significativamente la disciplina. Compartir metas con un amigo, mentor o unirse a un grupo con objetivos similares crea un sistema de apoyo que fomenta el cumplimiento de los planes. A veces, en el corto plazo, podemos ver que algunos eventos inesperados nos impidieron mantener nuestro enfoque. Pero a largo plazo, no se puede culpar a nadie por no desarrollar nuestro propio camino. La autoresponsabilidad es una forma de empoderamiento y de retención de energía que de otra forma se gastaría buscando excusas por lo que no está funcionando.

Adaptación y reflexión: la flexibilidad es crucial para mantener la disciplina. Reflexionar periódicamente sobre lo que funciona y lo que no permite realizar los ajustes necesarios. Esta reflexión ayuda a evitar la rigidez y promueve un enfoque sostenible de la disciplina. Esto es muy importante porque uno podría pensar e imaginarse la disciplina como algo muy rígido e inflexible. La disciplina es un estilo de vida que se puede adaptar a las cosas a medida que se desarrollan.

Pasemos ahora a la motivación. ¿Cómo mantenerse motivado, especialmente cuando las cosas no salen como uno quiere?

En primer lugar, la motivación requiere un requisito previo: un para qué y una visión sólidos. Créeme, no hay manera de hacer lo que es correcto, sólo porque nos trae algún tipo de recompensa temporal, no importa si es dinero u otra cosa. Sin avanzar hacia un propósito más amplio dentro de un panorama más amplio, las probabilidades que mantienen alta la motivación disminuyen dramáticamente. Entonces, en mi lista personal de lo que alimenta la motivación, la visión y el para qué están encima de ella. Esto es todo menos que sencillo de encontrar; pero te puedo garantizar que lo hace todo mucho más fácil una vez que lo encuentras.

Identificación de motivadores intrínsecos y extrínsecos: comprender lo que te motiva personalmente es clave para mantener la motivación. La motivación intrínseca proviene de dentro, como el crecimiento personal o la pasión por una tarea, mientras que la motivación extrínseca está impulsada por recompensas externas como elogios o incentivos financieros. Equilibrar ambos tipos puede mantener un nivel constante de motivación. Sin embargo, muchos estudios conductuales, psicológicos y de neurociencia demuestran cómo el sistema de recompensa interno juega un papel mucho más importante, a la hora de generar esa sensación de plenitud. Entonces, si es necesario encontrar un equilibrio entre ambos, es importante comprender que el fuego más fuerte proviene de tu interior.

Visualizar el éxito: la visualización es una poderosa herramienta de motivación. Imaginar la consecución exitosa de objetivos puede evocar emociones positivas y reforzar el compromiso. Los tableros de visión o las prácticas habituales de imágenes mentales pueden mantener los objetivos vívidos y convincentes. ¿Como así? No, no es magia. Es posible que hayas oído que los físicos y los científicos han llegado a reconocer que somos energía, frecuencias y vibraciones. Entonces, ¿qué sucede cuando visualizas algo? Vibras en la misma frecuencia de lo que estás buscando. Un pensamiento tiene una frecuencia, una emoción tiene una frecuencia. Entonces, si vibras en la misma frecuencia, las cosas eventualmente se moverán de esa manera hacia ti porque ya no estás persiguiendo sino atrayendo.

Desglosar las metas: Las metas grandes deberían actuar como inspiración, pero no pueden enumerarse como el logro más cercano. Hacer esto puede resultar abrumador y provocar una caída de la motivación. Dividir los objetivos en tareas más pequeñas y manejables los hace menos desalentadores y permite lograrlos con regularidad, lo que aumenta la moral y la motivación.

Celebrar el progreso: reconocer y celebrar las pequeñas victorias a lo largo del camino es esencial. Estas celebraciones, ya sea a través de recompensas o simples reconocimientos, refuerzan el comportamiento positivo y brindan motivación para continuar. Agradece las cosas que tienes/sabes hoy, y que ayer no estaban.

Deja que la inspiración te encuentre: buscar inspiración con regularidad en libros, podcasts, mentores o historias de éxito puede reavivar la motivación. Rodearse de influencias positivas y modelos a seguir que ejemplifiquen los rasgos deseados puede fomentar una mentalidad motivada. Por otro lado, protégete de conversaciones, pensamientos y vibraciones negativas. Recuerda la proporción de 5 a 1: se necesitan 5 comentarios positivos para equilibrar uno negativo. ¡Asegúrate de utilizar esta proporción a tu favor!

Autocuidado y bienestar: Mantener la salud física y mental es crucial para una motivación sostenida. El ejercicio regular, una dieta equilibrada, un sueño adecuado y prácticas de atención plena como la meditación contribuyen al bienestar general, lo que a su vez mejora la motivación. Puede que nunca hayas pensado en eso, pero la motivación también depende de tu biología. Si no comes, bebes y no duermes bien, te sentirás mucho más vacío que motivado y te faltarán las energías que necesitas para actuar tu plan.


La disciplina y la motivación son interdependientes. La disciplina puede ayudar a mantener el impulso cuando la motivación disminuye, asegurando que el progreso continúe a través de acciones estructuradas. Por el contrario, la motivación puede reavivar la disciplina al recordar a las personas sus objetivos y las razones detrás de sus esfuerzos. Juntos, crean un enfoque equilibrado para lograr aspiraciones personales y profesionales. Contribuyen a construir un patrón en tu vida, algo que no depende del impulso de un momento, del entusiasmo por algo, sino más bien de la confianza en que puedes luchar tus batallas y hacer que las cosas sucedan, incluso cuando parezcan improbables.


En conclusión, fomentar la disciplina y mantenerse motivado requiere un enfoque multifacético que incluya varios aspectos, todos unidos por una dosis significativa de autoresponsabilidad y conciencia, ya que no se puede culpar a nadie si no logramos desarrollar nuestra relación saludable con la disciplina y la motivación. Al implementar estas estrategias, puedes cultivar un estilo de vida disciplinado y mantener la motivación necesaria para conseguir logros a largo plazo en la música y en la vida. La sinergia entre disciplina y motivación conduce en definitiva a un crecimiento y mejora continua, impulsado por la pura satisfacción del mismo. Dejarás de pensar en términos absolutos y descubrirás que nada realmente termina, que no existe una "meta final". Cada paso te lleva a otro. Y no hay nada más hermoso que eso.


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